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martes, 9 de octubre de 2007

El zoo de cristal (Teatrísimo) - Teatro Regina

Teatrísimo es un ciclo de teatro semimontado a total beneficio de la Casa del Teatro. Este ciclo se llevará a cabo todos los lunes desde el 1° de octubre hasta el 3 de diciembre, en el Teatro Regina. En cada oportunidad, una nueva propuesta teatral y este lunes tuve el enorme placer de concurrir a la función de "El zoo de cristal" de Tennessee Williams. La obra estaba interpretada por Selva Alemán, Julieta Díaz, Juan Gil Navarro y Luciano Cáseres y la dirección estuvo a cargo de Jorge Azurmendi.

Fue mi primera experiencia en teatro semimontado y fui sin ideas previas a cerca de lo que me iba a encontrar. Debo decir que la experiencia fue maravillosa y se la recomiendo a todo amante del teatro.

El Teatro Regina es bastante pequeño y eso sumado a las características de la obra y del evento y la presencia de muchos familiares y amigos de los actores, generaban un ambiente muy intimista y especial. Durante los saludos finales, todo fue de alguna manera emotivo, y tuve la sensación de estar en una obra de colegio, pero con actores profesionales.

En cuanto a la obra en sí, no la conocía de antemano, pero me gustó mucho la temática (uno de los temas principales que se abordan, es el de la preocupación de una madre ante la posible soltería de su hija renga, en una época en la que el matrimonio era casi un deber social). También me pareció muy interesante el doble rol del personaje de Juan Gil Navarro (Tom), que hace por un lado de relator de la historia, pero al mismo tiempo también es protagonista de ella. Y en él se refleja justamente una problemática muy actual... la desesperación por sentirse esclavo de un trabajo que no le gusta y una realidad que no puede cambiar.

Los actores lograron transmitir toda la intensidad de la obra, a pesar de que su actuación era esclava de la lectura del libreto. Ellos mismos, más la escenografía, vestuario, iluminación y música (en vivo), generaban un efecto tan bien logrado, que por momentos se llegaba a creer que el papel desaparecía de sus manos y que todo lo que sucedía arriba del escenario era real.

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